El diminuto pueblo burgalés de Bentretea ya tiene a quien rezarle. Su alcalde, un vasco de 24 años que compatibilizó su cargo con el de repartidor de pizzas, instauró San Kalimotxo como la nueva festividad patronal para tratar de atraer al turismo joven. Este año, el santo de carne y hueso destronó a la Virgen. “¡Milagro, la sangre de Cristo!”, exclama desde el carro de un tractor, mientras bendice a los paseantes con brochazos de kalimotxo.
|
etiquetas: kalimotxo , bentretea , patronal , festividad , pueblo