Una cena con Beyoncé era el premio de una subasta benéfica. Con lo que no se contaba es que los ganadores de la misma fueran miembros de PETA que inmediatamente comenzaron a acosarla y a hacerle preguntas sobre su pasión por las pieles, ya que la cantante además pretende sacar una línea de ropa donde este tipo de materia prima estará muy presente.
Comentarios
La única piel que debería llevar beyonce es la suya, y nada más.
Pobrecita niña rica me da casi tanta pena como los japoneses que no van a poder seguir comiendo ballena.
Vivimos en un mundo tan injusto, o seah,
PETA, los mismos que patrocinan menéame (ver logo)
¿Pero no estaban en tregua? (Lo siento, lo siento, no he podido resistirme...)
¿en la cena habia carne?