"Ideado en Japón, se trata de unas sobrecubiertas que se regalan en las grandes librerías, que sirven para proteger la portada y que incluyen logos corporativos e imágenes de marca." Juan Varela lo ve bien: "al lector interesado no le molesta demasiado la publicidad siempre que sea cuidadosa y limitada. Una cosa es tener logos o mensajes en las tapas y contratapas, y otra encontrarte publicidad contextual en medio de un párrafo". Rosa Regás, directora de la Biblioteca Nacional, Vicente Molina Foix o Suso de Toro lo ven menos claro.
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