Lo que ha dejado perplejos a sus admiradores es que Botín y los suyos no tuvieran el dinero colocado en uno de esos productos tan rentables del Santander, ya sea en el Depósito Kinect, con el que además se hubieran podido llevarse una Xbox, o en un plan de pensiones como el Santander Futuro Conservador, que es de los que preservan el capital en cualquier circunstancia. Es curioso que el Santander quiera ser nuestro banco pero no logre atraer a la familia de su dueño
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