Hace 10 años | Por transistoria a tokitan.tv
Publicado hace 10 años por transistoria a tokitan.tv

Hay lugares que por ser cercanos no dejan de ser mágicos. En San Sebastián, a orillas del monte Igeldo, existe una pequeña cala a la que se accede tras caminar durante media hora por un estrecho sendero. Un rincón poco conocido donde parece que un náufrago hubiera levantado su chabola y sobrevivido durante largo tiempo. Si no fuera porque no se encuentra en una isla, bien podría haberse tratado de la cala en la que se inspiró Daniel Defoe para escribir su novela Robinson Crusoe.