Sus paisanos lo apodaron el «ministro» tal vez sorprendidos por el frenético tren de vida que llevaba el chófer del supuesto «cerebro» de la trama de los ERE falsos, el exdirector general de Trabajo, Francisco Javier Guerrero. Juan Francisco Trujillo Blanco, como se llama en realidad, llegó a tener hasta 17 cuentas corrientes a su nombre, vinculadas a su vez a un entramado de cinco sociedades en las que aparece como administrador o apoderado junto a otros empresarios.
Comentarios
Socialismo es....UNA FIESSHHHTA!
¡¡¡Qué le corten la cabeza!!
Empresarios, empresarios, empresarios, políticos, políticos, políticos... NUNCA un trabajador, nunca un fulano, SIEMPRE empresarios y POLÍTICOS relacionados con corrupción.
Ser empresario o político debería estar sometido a estrictas inspecciones constantes, debido a la peligrosidad de convertirse en corrupto. Todas sus comunicaciones grabadas y mantenidas en cintas durante décadas, para poder echar mano mas tarde en juicios, etc.
Cuando un político se hiciera electo, se le debería implantar un micro por todo el mandato 1que grabara TODO lo que dijera u oyera durante esos 4 años.