Promesa de futuro o realidad presente, el caso es que Bitcoin ya no es solo esa divisa anónima con la que puedes comprar droga en el mercado negro de la Red. No solo, pero sigue siéndolo. Depende de quién abra su virtual cartera, puede hacer las veces de un instrumento para el bien (por ejemplo, con donaciones por valor de miles de dólares a los sintecho) o disfrazarse de serpiente que nos invita a degustar las agridulces mieles del pecado.
|
etiquetas: bitcoin , negocios , compras , pecados