Anoche tuve la mala suerte de abrasar mis retinas con la cuarta entrega de Los Inmortales. Craso error. En pocos casos de “secuelismo” podemos observar una diferencia de nivel tan abismal entre la película original y las excrecencias fungosas que nacieron a su abrigo. Analicemos el proceso de las cuatro primeras entregas. Sí, hay una quinta que no he visto ni pienso ver ... en la que ni siquiera aparece Christopher Lambert ... Sí, debería haber hecho lo mismo con las demás, pero las he visto ... Ustedes están a tiempo...
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