Un colgante hecho a partir de un canino de un pequeño carnívoro, previsiblemente un zorro, que ha sido encontrado en Triacastela (Lugo), ha puesto de manifiesto la presencia de ocupación humana en el Noroeste peninsular en los momentos más rigurosos de la última glaciación, el pleniglaciar. Así lo extraen de las nuevas dataciones radiométricas realizadas en Cova Eirós, en Triacastela, por el Grupo de Estudios para la Prehistoria del Noroeste del Departamento de Historia de la Universidade de Santiago (GEPN)
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