En nombre de la supervivencia de la cultura se le llama delincuente a aquel que se descarga un concierto, se cierran páginas, y se infiltran espías en bodas, bautizos y comuniones. Para comprender cómo se ha llegado a semejante disparate hay que tener claro el funcionamiento de la llamada industria audiovisual, cómo interactúan sus diferentes órganos entre sí, qué le ofrece al sistema y por qué ese sistema ha decidido apoyarla de una manera tan ciega que no duda en legislar cualquier barrabasada que se le ponga en las narices.
Comentarios
Como muy bien dice la noticia, algunos se autoimponen la etiqueta de artista/creador con demasiada facilidad cuando en realidad son un producto salido de una cadena de montaje. Han sido ellos los que han triunfado porque cayeron en gracia al productor de turno, pero si hubiera sido otro el éxito hubiese sido el mismo porque su "carrera" ya estaba proyectada.
Efectivamente, así es...
la mayoría de los "artistas" adheridos al chiringuito audiovisual ni lo son tanto, ni se lo han ganado. De ahí que muchos anden apoyando leyes
Esto explica en parte la defensa de los "creadores" de este montaje. Sin el montaje, no son nada.
trsite realidad redactada con carisma...