Vox dijo hace unos días que pretendía expulsar a más de 8 millones de inmigrantes de España, esto a efectos de los inversores internacionales y especuladores es una presión de venta sobre el mercado de la vivienda. Si 8 millones se van entonces el precio de la vivienda cae.
Esto obliga a los nazis y fascistas a rebajar el nivel, ya que a cada vez que se ponen con sus algaradas nazis recordamos que quieren expulsar a millones de personas, con lo que a efectos de mercado es espantar inversores.
Y con esto jugamos constantemente, prensa internacional, enviar correos a inversores, espantar a la gente. Su fascismo es una presión contra el país. Lo cual llevará a muchos viendo las encuestas a vender sus especulaciones ya que viendo a Vox en el gobierno se producirán cosas parecidas a las que ocurre en EEUU con las deportaciones.
Con esta tensión obligamos a los fascistas a bajar decibelios y si bajan decibelios lo que queda es subir salarios para mantener los precios actuales insostenibles, porque con estos precios y salarios y la amenaza de expulsión de los nazis, tenemos un 40% menos de natalidad en los últimos años, es decir menos compradores de vivienda y consumidores en el futuro.
Con esta cuadratura del círculo solo nos queda ganar a la izquierda, subir salarios, calmar fascistas y espantar inversores y especuladores ante la tensión de que mucha gente se vaya amenazada por los de Vox, ante la tensión de que no hay nuevas generaciones que cubran la demanda o subir salarios recortando beneficios. Triangulando esta demanda y apretando en cada sitio tenemos para mejorar la calidad de vida de la gente.