¿Cómo se lo digo?, ¿es lo suficientemente mayor para comprenderlo?, ¿será mejor decirle que se ha ido de viaje?, ¿a partir de qué edad debe ir a un funeral? Estás y muchas preguntas más asaltan la mente de los adultos cuando pierden a un ser querido. De cómo se dé respuesta a cada una de ellas dependerá la manera en que asimilen la muerte de cara al futuro. Es un asunto al que hay que enfrentarse con cuidado.
Por experiencia propia, nos hacemos mas problemas los adultos buscando formas que los niños no necesitan.
Asumen con mucha mas naturalidad la muerte que nosotros, creo que lo que mas les hace sufrir es ver nuestra angustia, si nos ven moderados no hay mayores problemas.
Comentarios
Hijo, has heredado.
Que tal con esto: Hola, te llamas Íñigo Montoya, yo maté a tu padre. Me preparo para morir.
Por experiencia propia, nos hacemos mas problemas los adultos buscando formas que los niños no necesitan.
Asumen con mucha mas naturalidad la muerte que nosotros, creo que lo que mas les hace sufrir es ver nuestra angustia, si nos ven moderados no hay mayores problemas.