Office 2007 es una de las apuestas más arriesgadas de Microsoft, porque ha transformado de forma radical un producto cuyas versiones anteriores han dominado el mercado de las aplicaciones ofimáticas. Así, los menús son completamente distintos y, aunque están diseñados para lograr un manejo más intuitivo, provocan que el usuario tenga que pasar un periodo de adaptación al nuevo modo de empleo. El formato en que se guardan por defecto los archivos (Open XML) es nuevo y obliga a que los usuarios de versiones anteriores se descarguen un programa.
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