No mucha gente sabe que tras la muerte de Galvani en 1798, su apenas conocido sobrino Giovanni Aldini se propuso dar a conocer los descubrimientos de su tío por toda Europa, lo cual le llevó a Londres. De hecho, en esa misma ciudad y en el invierno de 1803, Aldini unió electrodos al cuerpo de un hombre ajusticiado en la horca pocas horas antes. En una especie de experimento-espectáculo, Aldini trató de despertar al difunto aplicándole descargas eléctricas con una batería. Obviamente, el muerto no resucitó...
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