La frase la acabo de leer en un post de Pere Estupinya, pero ya la había escuchado antes en boca de algunos de mis profesores de periodismo científico. Aquí ya hemos hablado mucho sobre los errores de los periodistas al hablar de ciencia. Pero, para ser del todo honestos, no siempre son ellos los culpables. Muchas veces son los propios científicos los que, al ponerse en el centro de la atención mediática, consiguen un efecto contrario al que sería deseable (que no tiene que coincidir con el deseado)...
Comentarios
Estoy en desacuerdo con muchas de las cosas que dice el artículo. Entre ellas destacaría que hay muchísimos grandes divulgadores en la ciencia que son científicos de primera línea, y no producen "textos infumables" como el autor dice. El verdadero divulgador saber cómo hacerlo, además de contar con la formación y la motivación para ello. En conclusión, la divulgación la deben hacer los científicos.
Si los periodistas que escriben noticias sobre descubrimientos científicos fueran capaces de entender de que habla el investigador que les comunica sus descubrimientos, estos no tendrían necesidad alguna de 'rebajar el rigor' de sus explicaciones.
La culpa es de los medios que envían a cubrir noticias a reporteros no preparados para entenderlas, no de los científicos por 'comunicar mal sus ideas'. Pensad que la mayoría de científicos también trabajan como docentes, y suele coincidir que los mejores científicos también son buenos docentes, por lo que en general saben explicarse bastante bien a niveles básicos.
La prensa controla la política, el deporte, los espectáculos, ... y ahora quiere controlar la ciencia.