Hace 15 años | Por alehopio a ecoportal.net
Publicado hace 15 años por alehopio a ecoportal.net

Hasta ahora en los planes de salvataje se insertaron 8 billones de dólares cuando los ingresos fiscales de los países del G-7 son iguales a 10 billones. Se calcula que la masa especulativa global en este momento asciende a 1000 billones. Cuando fue la crisis de 1929, el 3 por ciento de los estadounidenses estaba vinculado con la especulación bursátil y en este momento es casi el 60 por ciento. esta crisis también es diferente en términos cualitativos. No es sólo una crisis financiera sino también una crisis energética, alimentaria y ambiental

Comentarios

c

¿Qué coño es esto de "salvataje"?

Con lo fácil que es decir "salvamento".

Muy "eco-loquequieras", pero dan patadas al diccionario.

alehopio

"Colapso energético y financiero: algo más que una crisis NINJA"
http://www.crisisenergetica.org/ficheros/colapso_energetico_financiero.pdf

El artículo de Pedro Prieto repasa la historia humana para descubrir los diferentes mecanismos que han hecho posible el comercio, desde el trueque hasta el papel moneda, fijándose en mecanismos como el interés bancario, el patrón oro o el establecimiento de facto del dólar como "el principal sistema de referencia para los intercambios de bienes del mundo físico".

El autor se pregunta entonces cómo pueden funcionar al mismo tiempo la expansión financiera y la realidad del mundo físico:

Así que, mientras veíamos que había crecimiento del mundo físico (el PIB mundial) porque existía el requisito previo e imprescindible para ello, que era un crecimiento paralelo de la disponibilidad de energía primaria y especialmente de petróleo (la forma de energía más poderosa y versátil en nuestra sociedad moderna, de la que depende más del 98% del transporte mundial), no había problema: el mundo podía crecer más desde el punto de vista financiero que físicamente.

Todo era cuestión de aplazar en el tiempo la posibilidad de alcanzar los bienes físicos teóricamente equivalentes, unos años más adelante, con la propiedad dineraria o financiera que teóricamente se tenía hoy. Y así nos fuimos engañando una buena cantidad de años, llegando a creer que, efectivamente, el dinero podía parir dinero. Y que ese dinero, en caso de necesidad, podría “materializarse” o intercambiarse con el mundo físico, que también crecía, aunque más despacio. Era una simple cuestión de tiempo.

Y fue así como los créditos, que inicialmente se ofrecían a plazos de entre 5 y 10 años, tuvieron que ir ampliándose en plazo a 15 ó 20 años y, por último, llegaron a un punto en el que tenían que ofrecerse a 50 años, como llegó a suceder en EEUU, o incluso más, como llegó a suceder en Japón.

k

Es fácil de traducir, basta con el término vividor (que puede tener un sentido tanto positivo, como negativo)