Hace 14 años | Por --23219-- a farodevigo.es
Publicado hace 14 años por --23219-- a farodevigo.es

"Alivio", "emoción" y "alegría". Estas fueron algunas de las palabras más usadas por los familiares de Castor Cordal y Ramón Barreiro, dos arousanos asesinados el 15 de septiembre de 1936 tras ser "paseados" en la represión y cuyos cuerpos han sido localizados en una fosa de Curro. Ayer, mientras los arqueólogos de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica exhumaban sus cuerpos, sus sobrinos contaban las torturas y humillaciones a las que fueron sometidos víctimas y familias, pero felices por enterrarlos junto a los suyos.

Comentarios

D

La familia Barreiro conoció entonces el "modus operandi" que utilizaron los represores para que sus padres desvelaran el paradero del fugitivo: "Violaron a súa nai diante do seu home, queimáronlle os ollos e deixárona cega. Ao meu avó rompéronlle as pernas e tivo que andar toda a súa vida con muletas, torturáronos para que dixeran onde estaba, pero seguramente nin eles o sabían", relataba Elena ayer ante los restos de su tío.

Violaron a su madre delante de su marido, le quemaron los ojos y la dejaron ciega. A mi abuelo le rompieron las piernas y tuvo que andar toda su vida con muletas, los torturaron para que dijeran donde estapa, pero seguramente ni ellos lo sabian.