El Banco de España ya ha empezado a lanzar las alertas propias de los periodos expansivos de la vivienda. Sus últimos datos indican que el precio medio de la vivienda absorbía al cierre de 2016 hasta 6,8 años de la renta bruta media en los hogares españoles. Se trata del dato más alto desde 2011. La vivienda se encarece, pero los salarios siguen precarios y la capacidad de ahorro se deteriora.
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