Heinrich Kieber pagó un piso con un cheque sin fondos y lo revendió a un tercero. Hacienda analiza la información de españoles incluidas en las cuentas fraudulentas de Lichtenstein. Alemania comienza a desenredar el mayor escándalo fiscal del país. Quizás fuera en Barcelona donde Heinrich Kieber, el hombre que entregó a la Hacienda alemana las listas con cuentas bancarias en Liechtenstein, aprendió las habilidades que le permitieron vender los datos de miles de evasores fiscales por cinco millones de euros.
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