4.- Muchas veces, los actores que se consideran muy cultos e importantes justifican su aparición en películas de género con un ‘a mi hijo le hacía ilusión’. Viggo Mortensen lo hizo cuando aceptó de un día para otro convertirse en Aragorn y convertir en erótico el eterno concepto de ‘seguro que se quita la chaqueta y da una olor que echa pa’trás’. Raúl Julia también culpó a su retoño por haberse enfundado la gorra de Bison en ‘Street Fighter’. Dejando claro de paso que hay niños con más visión que otros. O con más mala leche.
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7.- Bela Lugosi
El caso más famoso de despedida vicisitúdica de la historia del cine no entra en el top cinco por un motivo claro: que Lugosi, en el fondo, hizo su carrera a base de películas cutres (algo que también deja fuera a gente como Karloff o Rathbone, y en una dimensión paralela de chunguez extrema a John Carradine).
Pero la última peli de Bela sigue representando un final tremendamente poderoso: tras arrastrarse por los estudios más cutres de Hollywood (el lógicamente llamado Poverty Row), terminó sus días en compañía de Ed Wood (el obviamente llamado Extreme Vicisitud Row). Esto es, al menos no se despidió protagonizado una cutrez cualquiera, sino LA CUTREZ más mítica de la historia. ¡Y una vez muerto!
España no será un país que merezca tal nombre hasta que el autor de Visicitud y Sordidez no entre por la puerta grande de la Real Academia Española de la Lengua. ¡Qué digo! Hasta que no se le dé el título de rey de España, por lo menos.
Épico. Una lectura imprescindible. Y lo mejor es que hay amor y penita por estos actores: puro humanismo.
Muy buen post.
Muy interesante! aunque el autor se enrolla más que la persiana del ventanal de Isengard.