Cuando a mediados de la década de los años 80 el impulso blockbuster lanzado por E.T. y las producciones Spielbergianas hizo que el receptor infantil llenara sus retinas de sueños y pesadillas alucinantes que marcarían de por vida su cartografía sentimental privada, no hubiera sido aventurado que se le hubiera dado la oportunidad a Maurice Sendak de adaptar su obra maestra Donde viven los monstruos (Where the wild things are, 1963) dos décadas despues: el suficiente tiempo para explorar en audiovisual este cuento clásico.
Comentarios
En la casa blanca, en el Kremlim, en la moncloa...
dentro del armario, con muchos gays
lo de la Moncloa quita realmente el sueño