La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a dos años y nueve meses de cárcel a un empresario de la localidad sevillana de Écija, identificado como J.A.P.B., por grabar con una microcámara a sus empleadas y a clientas en los servicios de su comercio. La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla ha ratificado la sentencia ique obliga al empresario a indemnizar con 3.000 euros a cada una de las 22 afectadas por un delito contra la intimidad, excepto en un caso en el que rebaja esta indemnización de 3.000 a 1.200 euros.
Comentarios
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Yo le pondría una cámara en su parte de la celda correspondiente, para que sepa lo que es.
#8 La verdad que disfrute no me parece bien.
Quizá si le ponen vídeos de su madre cagando..., a ver que gusto le da.
Le ponía verles hacer caca
#7 Yo creo que casi mejor, con ponerle un ambientador "eau de merde" en su cabecera de la cama, todos los días, se sentiria muy en su salsa.
Si hacen lo que tu dices, igual hasta disfruta.
La tontería no le sale barata, pero aún así sigo pensando que las penas que tenemos en este pais para determinados delitos son irrisorias
"Excepto en un caso en el que se rebaja de 3000 a 1200 euros, dado que la empleada tenía un cipote como el antebrazo de Popeye"
Vale, vale, ya me voy
solo?
Me parece bien y proporcional la pena, pero sigo sin entender porque en este país darle dos hostias a alguien, sin provocar lesiones, sale infinitamente más barato que decirle idiota en público o filmarle el culo mientras caga.
no, si kualquier día le veo el kulo por internet a cualquier conozido.