A tres meses del nacimiento del 15M (15 de mayo), el movimiento de indignados en España, comienzan a verse fisuras que, para algunos analistas reflejan, desgaste: divisiones internas, la indignación de gremios como el de comerciantes, la policía o grupos de ciudadanos y la indefinición de sus propuestas, son algunas de las coyunturas que lastran su futuro.
Hace unos meses creíamos que el sistema intentaba ser justo, que esto era una emocracia de verdad, con sus imperfecciones pero con aspiraciones a ser democracia y que el simple hecho de denunciar injusticias de manera pacífica valdría para mejorar las cosas.
Por desgracia no es así. Las resistencias han sido fuertísimas y los ataques al 15M han venido por muchos lados y de manera contundente: un partido político y varios medios de comunicación influyentes son los casos más notorios.
Los desafíos son mayores que hace unos meses, pero también lo es nuestra conciencia de la situación real de las cosas. A más claridad ganamos todos.
Sabemos que nuestro país da vergüenza en muchos aspectos y que ellos también lo saben, no es que sean tontos. Pero quieren mantenerlo por las grandes ventajas que les da.
Las propuestas del 15M no deben ser necesariamente más concretas. Una propuesta fuerte, justa y realizable es algo tan sencillo como pedir que de verdad se persiga a los corruptos, no se les defienda como hasta ahora. Esa es una de las propuestas del consenso de mínimos y los partidos políticos ya han dejado claro que no van a hacer nada al respecto.
Las divisiones internas son normales. Se han sabido manejar. Hay muchas ganas, en todo el país no solo en el 15M de que de esto salga algo positivo. Si hay que señalar algo que rompe cualquier avance es el trabajo realizado por los compañeros de "dinamización de asambleas", que bloquean muy habitualmente cualquier consenso y rompen con mucha facilidad cualquier debate. Quizá debían hacer un cambio temporal de formas o de personas.
Pero lo importante no son las cuestiones personales o locales. Lo importante es el trabajo hecho. La necesidad que sentimos todos de que el país debe mejorar y mejorar mucho. Y ese interés de todo el país debe ser visible y canalizarse de modo positivo. Sin negatividades, sin ir contra nadie y que generen cambios reales que hagan de España el país que nos merecemos.
En aquellas cosas en que la razón está de nuestro lado, no cejar y no despistarse porque alguien critique formas o detalles nimios.
Comentarios
Ha cambiado el paradigma.
Hace unos meses creíamos que el sistema intentaba ser justo, que esto era una emocracia de verdad, con sus imperfecciones pero con aspiraciones a ser democracia y que el simple hecho de denunciar injusticias de manera pacífica valdría para mejorar las cosas.
Por desgracia no es así. Las resistencias han sido fuertísimas y los ataques al 15M han venido por muchos lados y de manera contundente: un partido político y varios medios de comunicación influyentes son los casos más notorios.
Los desafíos son mayores que hace unos meses, pero también lo es nuestra conciencia de la situación real de las cosas. A más claridad ganamos todos.
Sabemos que nuestro país da vergüenza en muchos aspectos y que ellos también lo saben, no es que sean tontos. Pero quieren mantenerlo por las grandes ventajas que les da.
Las propuestas del 15M no deben ser necesariamente más concretas. Una propuesta fuerte, justa y realizable es algo tan sencillo como pedir que de verdad se persiga a los corruptos, no se les defienda como hasta ahora. Esa es una de las propuestas del consenso de mínimos y los partidos políticos ya han dejado claro que no van a hacer nada al respecto.
Las divisiones internas son normales. Se han sabido manejar. Hay muchas ganas, en todo el país no solo en el 15M de que de esto salga algo positivo. Si hay que señalar algo que rompe cualquier avance es el trabajo realizado por los compañeros de "dinamización de asambleas", que bloquean muy habitualmente cualquier consenso y rompen con mucha facilidad cualquier debate. Quizá debían hacer un cambio temporal de formas o de personas.
Pero lo importante no son las cuestiones personales o locales. Lo importante es el trabajo hecho. La necesidad que sentimos todos de que el país debe mejorar y mejorar mucho. Y ese interés de todo el país debe ser visible y canalizarse de modo positivo. Sin negatividades, sin ir contra nadie y que generen cambios reales que hagan de España el país que nos merecemos.
En aquellas cosas en que la razón está de nuestro lado, no cejar y no despistarse porque alguien critique formas o detalles nimios.
¡No!.
bbc.. ¿trash-media?
Mass-media: hablando del desgaste del 15M desde el 15M
¿15M desgastado? ¿Eso lo dicen un 15 de agosto? Yo me temo que el otoño va a ser calentito.
Por desgracia si, y ademas debido principalmente a las diferencias internas.