Se les llamaba la octava maravilla del mundo. Hasta finales del siglo XIX, Las Terrazas Rosa y Blanca de Nueva Zelanda se erigían a lo largo del Lago Rotomahana. Sin embargo, la erupción del Monte Tarawera el 10 de junio de 1886, enterró en cenizas y sedimentos a las terrazas y causó que la cuenca del lago se hiciera mas grande y con esto hizo desaparecer a esta maravilla natural.
Artículo original:
www.sciencedaily.com/releases/2011/02/110203124824.htm