"La fuerte pluviosidad contribuyó para lo sucedido, pero no es la única causa. Hay un agravamiento de la situación debido a los errores de ordenamiento del territorio que se han cometido en la isla, en particular en la costa sur que es en la zona en la que reside más de un tercio de la población", critica Hélder Spínola, dirigente de Quercus en Madeira. - Traducción en #1
Los ecologistas denuncian los proyectos que robaron espacio a las riberas que ahora rebosaron.
Los madeirenses que viven en la Baixa de Funchal intentan reorganizar su vida, después de ver casas inundadas, coches amontonados, carreteras y puentes destruidos. Los que viven en las zonas altas ni quieren imaginar lo que van a encontrar cuando desciendan la cuesta hasta a la Marina. Y hay quien apunte el dedo a las opciones urbanísticas, como los ecologistas.
"La fuerte pluviosidad contribuyó para lo sucedido, pero no es la única causa. Hay un agravamiento de la situación debido a los errores de ordenamiento del territorio que se han cometido en la isla, en particular en la costa sur que es en la zona en la que reside más de un tercio de la población", critica Hélder Spínola, dirigente de la Quercus en Madeira.
También es la opinión del Partido Ecologista Os Verdes (PEV). En un comunicado, denuncian "los errores del ordenamiento territorial y urbanísticos que se han permitido en favor de los intereses privados y que tienen, después, efectos devastadores en estas situaciones " como la vivida en el territorio madeirense.
Se refieren sobre todo a la fuerte presión inmobiliaria del sector turístico, pero también que se construyeran carreteras y vías de acceso que interrumpieron y estrangularon el curso de las aguas. "No existe una salida eficiente de las aguas. Las riberas no tienen espacio suficiente para permitir la salida de las aguas", subraya el ecologista.
"Es ridículo estar a hablar de esas situaciones", reacciona Miguel Albuquerque, el presidente de la Cámara de Funchal hace 16 años, el municipio más afectado por las inundaciones (ver entrevista). Anduvo ayer todo el día a intentar percibir cómo quitar la ciudad del caos. Y promete volver a la 07.00, con un equipo de 200 personas, operarios, bomberos voluntarios y municipales y 80 empleados de limpieza. Acepta que hay una u otra opción urbanística equivocada, pero no las responsabiliza por lo que ocurrió.
El ambientalista de Quercus se refiere sobre todo a la tres principales riberas de Madeira - de S. João, St.ª Lucía y João Gomes -, que dice que sufrieron estrangulamientos, y ahora han acabado por rebosar. Y, ayer, las aguas no recorrieron el recorrido normal y acabaron por destruir carreteras, puentes y casas. No desaguaron en el mar como sería natural.
Hélder Spínola subraya que no es la primera vez que la isla está sujeta a los temporales, que ya provocaron muertos en 1993 y en 2001. "Estaban previstas lluvias intensas y yo mismo vi que las vías estaban completamente obstruidas. Hay una cara natural, pero también hay una cara humana y de prevención y fueron esas que fallaron."
Los Verdes consideran que "es visible que las intervenciones hidráulicas que han transcurrido en las líneas de agua de esta isla y en toda la franja litoral vinieron a agravar los efectos del temporal". Y se muestran disponibles "para apoyar y viabilizar toda la especie de apoyos que serán necesarios para ayudar"
Artículo que valdría perfectamente para la mayoría de poblaciones del Mediterráneo español así como de las Islas Canarias y Baleares, que construyeron en masa, en la mayoría de los casos aprovechando los antiguos cauces de torrentes que normalmente permanecen secos hasta que llueve fuerte y tenemos que lamentar víctimas.
Además del encajonamiento de los ríos urbanos para hacer paseos fluviales y al hacer que el río vaya encajonado, haces que eso sea peor, porque provocas que el río no se pueda autorregular.
Pero ya se sabe que lo primero es especular con el terrirorio edificando donde te salga de las pelotas desoyendo los informes de riesgo y el sentido común. Luego, cuando vienen los problemas toca pedir que te saquen los primeros y luego exigir responsabilidades a quien no pinta nada.
Para que luego acabemos pagando entre todos las irresponsabilidades de unos pocos con nuevas infraestructuras o indemnizaiones.
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Traducción del artículo
Los ecologistas denuncian los proyectos que robaron espacio a las riberas que ahora rebosaron.
Los madeirenses que viven en la Baixa de Funchal intentan reorganizar su vida, después de ver casas inundadas, coches amontonados, carreteras y puentes destruidos. Los que viven en las zonas altas ni quieren imaginar lo que van a encontrar cuando desciendan la cuesta hasta a la Marina. Y hay quien apunte el dedo a las opciones urbanísticas, como los ecologistas.
"La fuerte pluviosidad contribuyó para lo sucedido, pero no es la única causa. Hay un agravamiento de la situación debido a los errores de ordenamiento del territorio que se han cometido en la isla, en particular en la costa sur que es en la zona en la que reside más de un tercio de la población", critica Hélder Spínola, dirigente de la Quercus en Madeira.
También es la opinión del Partido Ecologista Os Verdes (PEV). En un comunicado, denuncian "los errores del ordenamiento territorial y urbanísticos que se han permitido en favor de los intereses privados y que tienen, después, efectos devastadores en estas situaciones " como la vivida en el territorio madeirense.
Se refieren sobre todo a la fuerte presión inmobiliaria del sector turístico, pero también que se construyeran carreteras y vías de acceso que interrumpieron y estrangularon el curso de las aguas. "No existe una salida eficiente de las aguas. Las riberas no tienen espacio suficiente para permitir la salida de las aguas", subraya el ecologista.
"Es ridículo estar a hablar de esas situaciones", reacciona Miguel Albuquerque, el presidente de la Cámara de Funchal hace 16 años, el municipio más afectado por las inundaciones (ver entrevista). Anduvo ayer todo el día a intentar percibir cómo quitar la ciudad del caos. Y promete volver a la 07.00, con un equipo de 200 personas, operarios, bomberos voluntarios y municipales y 80 empleados de limpieza. Acepta que hay una u otra opción urbanística equivocada, pero no las responsabiliza por lo que ocurrió.
El ambientalista de Quercus se refiere sobre todo a la tres principales riberas de Madeira - de S. João, St.ª Lucía y João Gomes -, que dice que sufrieron estrangulamientos, y ahora han acabado por rebosar. Y, ayer, las aguas no recorrieron el recorrido normal y acabaron por destruir carreteras, puentes y casas. No desaguaron en el mar como sería natural.
Hélder Spínola subraya que no es la primera vez que la isla está sujeta a los temporales, que ya provocaron muertos en 1993 y en 2001. "Estaban previstas lluvias intensas y yo mismo vi que las vías estaban completamente obstruidas. Hay una cara natural, pero también hay una cara humana y de prevención y fueron esas que fallaron."
Los Verdes consideran que "es visible que las intervenciones hidráulicas que han transcurrido en las líneas de agua de esta isla y en toda la franja litoral vinieron a agravar los efectos del temporal". Y se muestran disponibles "para apoyar y viabilizar toda la especie de apoyos que serán necesarios para ayudar"
Artículo que valdría perfectamente para la mayoría de poblaciones del Mediterráneo español así como de las Islas Canarias y Baleares, que construyeron en masa, en la mayoría de los casos aprovechando los antiguos cauces de torrentes que normalmente permanecen secos hasta que llueve fuerte y tenemos que lamentar víctimas.
Además del encajonamiento de los ríos urbanos para hacer paseos fluviales y al hacer que el río vaya encajonado, haces que eso sea peor, porque provocas que el río no se pueda autorregular.
Como siempre, no se construye con mínimos criterios ecológicos y en este caso hay 40 muertos, 70 heridos, un número indeterminado de desaparecidos y 278 desalojados http://publico.pt/Local/madeira-40-mortos-70-feridos-248-desalojados_1423693
Al lado rio del rio, no hagas el nido...
Pero ya se sabe que lo primero es especular con el terrirorio edificando donde te salga de las pelotas desoyendo los informes de riesgo y el sentido común. Luego, cuando vienen los problemas toca pedir que te saquen los primeros y luego exigir responsabilidades a quien no pinta nada.
Para que luego acabemos pagando entre todos las irresponsabilidades de unos pocos con nuevas infraestructuras o indemnizaiones.