Hace 15 años | Por grima a elpais.com
Publicado hace 15 años por grima a elpais.com

En mitad del mitin que realizaba José María Aznar en febrero de 2003, un joven de 17 años se levantó y gritó "¡No a la guerra!". Estuvo a punto de ser linchado. López Viejo se ocupó personalmente de desalojarlo de la sala. Del acto que él había organizado. Porque eso, ocuparse de los eventos, "del sonido, de la seguridad, incluso de llevar pinganillo", según algunos conocidos, es lo que le gustaba. "Era el que se encargaba de llenar los autobuses con militantes para que aplaudieran a Aguirre en las inauguraciones del metro"

Comentarios

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Si aquél joven "estuvo a punto de ser linchado" espero que la autoridad judicial competente tomara las medidas oportunas. Supongo que los que intentaron lincharle serían detenidos ¿No? ¿O se trata tan sólo de una "metáfora" para dar más "color" a la noticia? Bendito periodismo "colorista" ¿Qué sería de la verdad sin él?

grima

En otra ocasión, su tropa de limpiadores se encargó de barrer a los empleados de Sintel acampados varios días en la Castellana para protestar por sus despidos.

grima

#2 pues no sé la situación judicial del caso, pero que a aquel chico se le trato de forma brusca y agresiva lo pudimos ver en varias televisiones.

miperspectiva

Es la eterna paradoja, la política es una vacía y falsa inutilidad, pero no podemos vivir sin ella porque lo que se esconde detrás me pone los pelillos de punta.