Una quincena de países miembros con operadores pequeños y medianos rechaza abrir sus trenes a la competencia. “Solo conduce a sustituir un monopolio por otro monopolio”, dice el representante luxemburgués. España no tuvo aliados ni entre los grandes. Fomento defendió “la adjudicación directa de los trayectos de proximidad”, que es una forma de decir que no se abrirá concurso para adjudicar las líneas de AVE que se plantean abrir al sector privado. A Alemania ni se la escuchó.
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