La mala prensa de los funcionarios viene de antiguo. Desde que Larra caracterizó a la burocracia española como una lacra que alimentaba a holgazanes e incompetentes a cargo del erario público, la reputación del colectivo quedó para siempre mancillada. Pero, ¿qué hay de cierto en el arquetipo del oficinista haragán a cargo del contribuyente? Un recorrido por Madrid, capital del Estado, donde se concentran innumerables dependencias oficiales, parece el lugar adecuado para verificarlo.
|
etiquetas: funcionarios , cafelito , escaqueo , trabajo