Un grupo de chavistas toma violentamente el palacio Arzobispal de Venezuela para protestar contra ExxonMobil y Globovisión, la televisora opositora a Chávez. En el comunicado se defendió al chavista que puso una bomba contra la confederación empresarial venezolana y se declaró que: "Llegó la hora y aquí está a punto de prenderse un parampampam (...) o Globovisión baja el pico y el perfil o el pueblo la emprenderá contra ellos, como hemos hecho ya". Todo un alegato en favor de la libertad de expresión.
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