¿Qué momentos han sido los mejores? Tener juntos a Tip, Coll, Gila, Forges, Summers, Mingote, Chummy, Ussía... ¡Festival! ¿Y el momento más tenso? Una discusión con Jon Idigoras, amenazándome: "Euskadi le pasará factura...". O aquel silencio de Aznar cuando le reproché que no se dejase entrevistar por Gabilondo...
Luis del Olmo, el radiofonista más veterano de España, que lo dejaVictor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
"He hecho en la radio todas las locuras que he querido"
17/12/2013 - 00:00
"He hecho en la radio todas las locuras que he querido"
Foto: Marc Arias
VÍCTOR - M. AMELA
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Medio siglo
Medio siglo de radio da para mucho, y Luis del Olmo lo ha aprovechado. Ahora deja la radio, pero la deja llena de cosas espléndidas: él inventó la tertulia radiofónica, él inventó el humor a toda mecha ("el estado de la nación"), él inventó los teléfonos abiertos y sin filtros. Luis del Olmo ha sabido llegar a lo más alto de la comunicación en España sin dejar de ser un hombre del pueblo llano, en sintonía con la gente de la calle. Ha llenado 10.000 horas de Protagonistas, una escuela de periodismo y un foro del mejor debate político y social. Ahora abandona la radio, pero se queda como referente, y estoy seguro de que seguirá comunicando desde el tesoro de su experiencia y criterio.
Y ahora..., ¿qué?
Haré todo lo que hasta ahora no he podido hacer.
¿Por ejemplo?
Estar con mi mujer y darles a mis nietos lo que no les di a mis hijos, porque la radio se quedó con todo mi tiempo.
Algo le daría a cambio la radio...
La calentura de poder decir lo que he querido decir en cada momento. Y ser oído en todos los rincones. Y el cariño de la gente.
¿Lo nota?
Una señora acaba de decirme: "Gracias por acompañarme tantas mañanas en el coche mientras llevaba a los niños al colegio". Cuando empecé, hace cincuenta años...
¡Medio siglo!
¡Jamás soñé entonces, cuando empezaba, que un día me dirían cosas tan hermosas!
Algún enemigo habrá dejado...
No creo, no se me ocurre..., ¡excepto los de ETA, que intentaron matarme ocho veces!
Ocho veces...
Un policía le preguntó a un etarra por qué esa obsesión por matarme... "¡Nos hace mucho daño lo que dice por la radio!", dijo.
Pues tuvo mucha suerte...
A los cuatro días de intentar matarme a mí, ese comando asesinó a Ernest Lluch...
¿Cuántos años llevó escolta policial?
Quince años. Ha sido duro: no podía recoger a mis nietos del colegio porque otros padres se ponían nerviosos... Acabo de pedir al ministro del Interior que me quite la escolta. ¡¡Se acabó!! Y he invitado a un botillo a todos los agentes que estos años se han turnado para cuidar de mí y de mi familia.
¿Ha dicho siempre lo que ha querido?
Siempre. Y por eso en los días de la transición me sancionaron sin micrófono unas semanas: ¡las más horribles de mi vida!
Pero al final los gobernantes iban pasando..., y usted permanecía.
El poder que proporciona un micrófono es lo que te hace valiente. Tras una charla del presidente Zapatero en un hotel de Barcelona, tomé la palabra y dije: "Querido paisano, no me creo nada de lo que acabas de decir".
Qué lujo, ir por la vida hablando así.
Dentro de un mes te diré si lo añoro... Les tocará escucharme a mi familia y amigos, porque no puedo callar ni bajo el agua.
¿Cómo se enamoró de la radio?
Cuando Jorge Arandes me propuso hacer Protagonistas, ¡sentí que se me abría un mundo para hacer radio de verdad! Y por eso me quedé para siempre en Barcelona, y por eso mis hijos y nietos son catalanes.
¿Se iría a vivir a otro sitio?
¡No! Pero visitaré más a menudo mi Bierzo.
¿Desde una Catalunya independiente?
Eso me entristecería... Recuerdo cuando me llevaba conmigo a Jordi Pujol por España, ¡y en todas partes le aplaudían!
Eso hoy es improbable.
Imposible, ¡por desgracia! Cuando un oyente entraba en directo y se me quejaba de que en Catalunya no podía hablar castellano..., yo le llamaba "mentiroso".
Sabiendo lo que hoy sabe, ¿qué hubiese aconsejado al Del Olmo que debutaba?
"No te apartes de tu mujer...". Ella ha sido generosa: me recibía con una sonrisa cuando yo volvía de estar con su competidora.
¿Qué locuras ha hecho con la radio?
Todas las que he querido. Un programa en una mina, a 300 metros de profundidad. Un programa en el cerrado Moscú soviético, a -30ºC, o en el misterioso Pekín comunista, o en los carnavales de Río de Janeiro...
¡O programas de poesía!
Sí, es verdad, con el piano de Felipe Campuzano..., al que envío un saludo cariñoso, porque sé que está roto por la crisis.
¿Y usted? Su administrador le robó...
Fue muy negro el día en que supe que esa persona de mi confianza había fundido el fruto de años de trabajo. Ahora hay juicio, pero ya me han dicho que pierda toda esperanza de recuperar nada...
Consuélese: la salud es lo que importa.
¡Sí, qué fortuna! Mi padre se lo fumaba todo y estuvo fuerte hasta los 94 años. De no haber sufrido una caída... ¡pasaría de los cien!
¿Qué momentos han sido los mejores?
Tener juntos a Tip, Coll, Gila, Forges, Summers, Mingote, Chummy, Ussía... ¡Festival!
¿Y el momento más tenso?
Una discusión con Jon Idigoras, amenazándome: "Euskadi le pasará factura...". O aquel silencio de Aznar cuando le reproché que no se dejase entrevistar por Gabilondo...
¿Qué pierde la radio con su despedida?
Nada, los actuales profesionales están dándole a la radio su etapa más brillante: escucharé cada día a Jordi Basté, Carlos Herrera, Gemma Nierga, Buruaga, Menéndez...
¿Y no le queda la espinita de la tele?
No, no, me miro en el espejo y me dice: "¡No!". Mi aspecto es peor que yo: ¡no soy tan ogro como parezco! Pero para la tele hay que tener un encanto, un ángel que yo no tengo.
¿Alguna vez se ha quedado en blanco?
Si alguna vez sucedió, improvisé cualquier idiotez para disimularlo.
¿Tiene amistad con sus entrevistados?
No hay que trabar amistad con los que mandan, porque te encariñas... ¡y dejas de hacer bien tu trabajo! Yo siempre me he puesto en el lugar del oyente, y en ningún otro.
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He aquí el texto íntegro:
Luis del Olmo, el radiofonista más veterano de España, que lo dejaVictor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
"He hecho en la radio todas las locuras que he querido"
17/12/2013 - 00:00
"He hecho en la radio todas las locuras que he querido"
Foto: Marc Arias
VÍCTOR - M. AMELA
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Medio siglo
Medio siglo de radio da para mucho, y Luis del Olmo lo ha aprovechado. Ahora deja la radio, pero la deja llena de cosas espléndidas: él inventó la tertulia radiofónica, él inventó el humor a toda mecha ("el estado de la nación"), él inventó los teléfonos abiertos y sin filtros. Luis del Olmo ha sabido llegar a lo más alto de la comunicación en España sin dejar de ser un hombre del pueblo llano, en sintonía con la gente de la calle. Ha llenado 10.000 horas de Protagonistas, una escuela de periodismo y un foro del mejor debate político y social. Ahora abandona la radio, pero se queda como referente, y estoy seguro de que seguirá comunicando desde el tesoro de su experiencia y criterio.
Y ahora..., ¿qué?
Haré todo lo que hasta ahora no he podido hacer.
¿Por ejemplo?
Estar con mi mujer y darles a mis nietos lo que no les di a mis hijos, porque la radio se quedó con todo mi tiempo.
Algo le daría a cambio la radio...
La calentura de poder decir lo que he querido decir en cada momento. Y ser oído en todos los rincones. Y el cariño de la gente.
¿Lo nota?
Una señora acaba de decirme: "Gracias por acompañarme tantas mañanas en el coche mientras llevaba a los niños al colegio". Cuando empecé, hace cincuenta años...
¡Medio siglo!
¡Jamás soñé entonces, cuando empezaba, que un día me dirían cosas tan hermosas!
Algún enemigo habrá dejado...
No creo, no se me ocurre..., ¡excepto los de ETA, que intentaron matarme ocho veces!
Ocho veces...
Un policía le preguntó a un etarra por qué esa obsesión por matarme... "¡Nos hace mucho daño lo que dice por la radio!", dijo.
Pues tuvo mucha suerte...
A los cuatro días de intentar matarme a mí, ese comando asesinó a Ernest Lluch...
¿Cuántos años llevó escolta policial?
Quince años. Ha sido duro: no podía recoger a mis nietos del colegio porque otros padres se ponían nerviosos... Acabo de pedir al ministro del Interior que me quite la escolta. ¡¡Se acabó!! Y he invitado a un botillo a todos los agentes que estos años se han turnado para cuidar de mí y de mi familia.
¿Ha dicho siempre lo que ha querido?
Siempre. Y por eso en los días de la transición me sancionaron sin micrófono unas semanas: ¡las más horribles de mi vida!
Pero al final los gobernantes iban pasando..., y usted permanecía.
El poder que proporciona un micrófono es lo que te hace valiente. Tras una charla del presidente Zapatero en un hotel de Barcelona, tomé la palabra y dije: "Querido paisano, no me creo nada de lo que acabas de decir".
Qué lujo, ir por la vida hablando así.
Dentro de un mes te diré si lo añoro... Les tocará escucharme a mi familia y amigos, porque no puedo callar ni bajo el agua.
¿Cómo se enamoró de la radio?
Cuando Jorge Arandes me propuso hacer Protagonistas, ¡sentí que se me abría un mundo para hacer radio de verdad! Y por eso me quedé para siempre en Barcelona, y por eso mis hijos y nietos son catalanes.
¿Se iría a vivir a otro sitio?
¡No! Pero visitaré más a menudo mi Bierzo.
¿Desde una Catalunya independiente?
Eso me entristecería... Recuerdo cuando me llevaba conmigo a Jordi Pujol por España, ¡y en todas partes le aplaudían!
Eso hoy es improbable.
Imposible, ¡por desgracia! Cuando un oyente entraba en directo y se me quejaba de que en Catalunya no podía hablar castellano..., yo le llamaba "mentiroso".
Sabiendo lo que hoy sabe, ¿qué hubiese aconsejado al Del Olmo que debutaba?
"No te apartes de tu mujer...". Ella ha sido generosa: me recibía con una sonrisa cuando yo volvía de estar con su competidora.
¿Qué locuras ha hecho con la radio?
Todas las que he querido. Un programa en una mina, a 300 metros de profundidad. Un programa en el cerrado Moscú soviético, a -30ºC, o en el misterioso Pekín comunista, o en los carnavales de Río de Janeiro...
¡O programas de poesía!
Sí, es verdad, con el piano de Felipe Campuzano..., al que envío un saludo cariñoso, porque sé que está roto por la crisis.
¿Y usted? Su administrador le robó...
Fue muy negro el día en que supe que esa persona de mi confianza había fundido el fruto de años de trabajo. Ahora hay juicio, pero ya me han dicho que pierda toda esperanza de recuperar nada...
Consuélese: la salud es lo que importa.
¡Sí, qué fortuna! Mi padre se lo fumaba todo y estuvo fuerte hasta los 94 años. De no haber sufrido una caída... ¡pasaría de los cien!
¿Qué momentos han sido los mejores?
Tener juntos a Tip, Coll, Gila, Forges, Summers, Mingote, Chummy, Ussía... ¡Festival!
¿Y el momento más tenso?
Una discusión con Jon Idigoras, amenazándome: "Euskadi le pasará factura...". O aquel silencio de Aznar cuando le reproché que no se dejase entrevistar por Gabilondo...
¿Qué pierde la radio con su despedida?
Nada, los actuales profesionales están dándole a la radio su etapa más brillante: escucharé cada día a Jordi Basté, Carlos Herrera, Gemma Nierga, Buruaga, Menéndez...
¿Y no le queda la espinita de la tele?
No, no, me miro en el espejo y me dice: "¡No!". Mi aspecto es peor que yo: ¡no soy tan ogro como parezco! Pero para la tele hay que tener un encanto, un ángel que yo no tengo.
¿Alguna vez se ha quedado en blanco?
Si alguna vez sucedió, improvisé cualquier idiotez para disimularlo.
¿Tiene amistad con sus entrevistados?
No hay que trabar amistad con los que mandan, porque te encariñas... ¡y dejas de hacer bien tu trabajo! Yo siempre me he puesto en el lugar del oyente, y en ningún otro.
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Etjem ...
Grande