El pasado jueves 7 de junio, en el palco real de la madrileña Plaza de Toros de Las Ventas, su majestad el Rey Juan Carlos disfrutaba de la contienda acompañado de un desconocido, de nombre Manuel Piñera Gil-Delgado, a quien la suerte, a pesar de codearse con amistades tan insignes, ha dejado de sonreír. Y todo por desavenencias con su esposa María Teresa, que le ha cerrado el grifo de su inmensa herencia, arrebatándole incluso el espectacular avión privado del que disponen.
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