Nuestro Percebe creció en el lugar inhóspito cuya sola visión atemoriza a los de su grupo. Pero es fuerte. Su continuo soportar la adversidad le ha hecho fuerte. Es el más viejo de su grupo, y todavía es el más fuerte. Ha visto crecer otros Percebes en lugares más tranquilos del promontorio, allí donde la fuerza del mar apenas se deja notar. Crecieron débiles. Son presa fácil para los depredadores. Mueren jóvenes, sin haber conocido ningún tipo de vida plena. Sin embargo, nuestro percebe vive protegido por la propia adversidad de su destino...
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