Thomas Lessmann, de 51 años, tenía demasiado peso para ser examinado con las máquinas normales de los hospitales. Le propusieron hacerlo con una máquina gigante de rayos X que el Zoo de Hamburgo utiliza con elefantes, rinocerontes e hipopótamos, pero lo consideró demasiado humillante. Trece días más tarde estaba muerto. La causa exacta de su fallecimiento no se ha determinado todavía.
|
etiquetas: gordo , maquina , rayos x , elefantes , zoo , hamburgo , peso