El agente, que continúa en su puesto de trabajo a pesar de haber sido multado con dos millones de euros, ha iniciado un proceso para echar a sus inquilinos. Estos pagan entre 300 y 750 euros por una “casa” de máximo 15 metros cuadrados, llena de humedades y oscuridad. El año pasado fue detenido por arrendar ilegalmente estas infraviviendas sin las mínimas condiciones de higiene y salubridad.
|
etiquetas: vivienda , infraviviendas , palma de mallorca