Ameneh Bahrami fue cegada hace 2 años con ácido por un compañero de clase por haberse negado a casarse con él en reiteradas oportunidades. Majid Movahedi, el agresor, fue condenado a sufrir la misma suerte. La orden judicial fue suspendida minutos antes de llevarse a cabo el sábado pasado, sin que se especificara el porqué. "Sólo si recibo el dinero renunciaré a la qesas (justicia retributiva) contra Majid. No obstante, me dijeron, y espero que sea verdad, que cumplirán con la sentencia la semana próxima" sostuvo Bahrami.
Comentarios
¿Algún meneante puede devolver mis cejas a su lugar habitual?
No es nada nuevo, en irán muchas veces la condena a este tipo de acciones es sufrir el mismo daño (literalmente) que el acusado causó a la victima o ofrecer a la victima una cantidad de dinero o bienes que propicien el perdón
Se confirma que todo tiene un precio.
Ojo por ojo y al final se quedaron ciegos.