Hace 11 años | Por JefeBromden a eldiario.es
Publicado hace 11 años por JefeBromden a eldiario.es

¿Cómo leer Ana Karenina en el iPad? ¿Kirkegaard en el Kindle? Los verdaderos amantes de la lectura se rebelan contra la textura, la mecánica, la falta de brillo y, en general, la falta de nobleza de nuestras tabletas y lectores digitales. Las tipografías son feas, las ilustraciones son malas, el plástico es frío y huele mal. El parpadeo del pasar de página da dolor de cabeza, todos los libros parecen iguales. Pero esos libros que tanto nos gustan ahora le parecían basura a los amantes de la lectura unos años atrás.

Comentarios

Usul._.

Lo mismo que le decian Gutenberg con la imprenta.

Pues yo soy amante de la lectura, y estoy contentisimo con mi kindle, por eso mismo, la comodidad de llevar infinidad de libros a todas partes, en menos espacio de lo que ocupa cualquier libro.

Pijerio tonto, es lo que hay. "El parpadeo del pasar de página da dolor de cabeza" esto ya es para partirse lol

TocTocToc

#1 Tiene razón, donde esté leer un buen libraco de pergamino escrito a mano por un buen monje amanuense, que se quiten esos fríos caracteres móviles, todos idénticos, de la imprenta.

tusitala

#2 El cuneiforme es lectura y todo lo demás pijerios. Ni pergamino ni nada, tablillas de barro.

zhensydow

#1 #2 #4 Eso es de vagos y asociales, yo no acepto leer un libro por mi mismo, me lo tiene que leer el más viejo de mi tribu.

Que recuerdos con el señor de los anillos, que buenos seis años.

D

#1 Y todos los libros del mundo a tu alcance, nada de desclasificados, ni ediciones rústica que se desmontan, ni ediciones encuadernadas que triplican el precio de las anteriores. Incluso audiolibros con voz humana que relajan mucho y no dan dolor de cabeza. Ahora podemos decir con propiedad "Omnia mea mecum porto " Llevo todas mis cosas conmigo...

Nagash

El articulo es muy interesante, la entradilla puede dar lugar a confusiones

Arriezu

Mientras haya lectores y buen contenido, da igual el formato.
Pero en mi caso soy un fechitista redomado enamorado de mis libros en papel: el exlibris, las dedicatorias, el billete de metro que usas de marcapáginas...