Durante todo este tiempo los signos de apoyo del mundo de la cultura, de Granada y todo el estado, han sido contínuos. Nos han alentado en la lucha por las letras, por los libros, por una Biblioteca Pública símbolo del conocimiento y la justicia en un barrio que no anda sobrado. Y una vez ocupado el espacio por las vecinas y vecinos y demostrada la capacidad de gestión cultural que tiene un barrio que necesita este espacio como Biblioteca, el mundo de la cultura y la universidad, representado en personas con un nombre consolidado.