Soy bastante racional y allí está una de las razones por las cuales no creo en dios ni en supercherías. Cualquier comentario sobre milagros, apariciones, fantasmas, ovnis, brujas, luces malas, adivinaciones, parapsicología, etc., enseguida me genera una mueca de escepticismo. No obstante debo reconocer que como lector me apasiona la literatura vinculada a lo sobrenatural, al terror, a las fantasías religiosas, a la díada dios-demonio, al igual que este tipo de temáticas en el cine.
Comentarios
Típica contradicción. Hace unos años, le contaba cuentos a mi hija (que me inventaba yo mismo) y, cuando introducía algún hecho imposible o irracional, me sentía en la obligación de advertirle que tales cosas no existen en la realidad, que solo era un cuento.
Me gusta el punto de vista de Neil Gaiman, que dice (por boca de uno de sus personajes) que "esta historia es verdadera, no ha ocurrido nunca, pero es verdadera".
Muy interesante, pero cuando empieza a decir que el dinero de la misión que ha encontrado agua en la luna estaría mejor utilizado en otra parte... bueno, ahí he dejado de leer.
churras=!merinas por favor.