Beltrá pasó dos meses en el golfo de México por encargo de Greenpeace, para tomar imágenes del derrame de petróleo y difundir así los efectos de este desastre ecológico a la opinión pública. Combatió la censura mediática impuesta a periodistas y científicos, a los que les fue denegado el acceso a muchas zonas públicas.
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Unas fotos brutales... pero escasas