Nueva Delhi (India). 2007-01-19. Mujeres que tosen y se ahogan mientras cocinan en tradicionales hornos sin chimenea, alimentados a leña, hojas o estiércol, son comunes de ver en los hogares pobres de Asia, África y América Latina. Pero casi nadie nota sus silenciosos efectos nocivos.Casi 3.000 millones de personas queman combustibles tradicionales dentro de sus casas, para cocinar o en calefacción, y se estima que ese número "aumente sustancialmente para 2020"
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