Parece que la tormenta que sufrimos desde hace años por la inseguridad en el voto electrónico tiene visos de amainar. La oficina federal estadounidense NIST tiene previsto solicitar medidas importantes para mejorar la seguridad: se quejan de que el software cerrado no admite auditorías, las máquinas son muy vulnerables a errores de código o a ser trucadas por programadores maliciosos y critican la falta de pruebas legibles 'en papel'. El documento final será consensuado en la reunión que celebrarán los días 4 y 5 de diciembre. En inglés.
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