Los ricos ya se han salvado y ahora aceptan que el iceberg podría llevárselos a ellos también si no se cambia el rumbo. Merkel y Bruselas dicen ahora que hay que invertir, para que la economía fluya. Pues claro, ahora ya el iceberg estaba a punto de echar a pique el navío. Y hay que dar un toque de timón. Pero las vías de agua, en tercera clase, siguen abiertas. Ahora empezarán a invertir, a generar economía, a ganar dinero. Pero mantendrán las condiciones de trabajo que favorecen a las empresas y con los servicios sociales reducidos al mínimo.
Comentarios
No sé cómo va a fluir lo que
nos habéis sacadono tenemos.¿Pero como se te ocurre? Ya lo dijo Sorayita: "Son medidas p-r-o-v-i-s-i-o-n-a-l-e-s".
y e-x-c-e-p-c-i-o-n-a-l-e-s