Dicen que el extranjero que recorría por primera vez las calles del Madrid de comienzos del siglo XIX se quedaba sorprendido por lo sombrío del panorama que se presentaba ante sus ojos. Pero cuando prestaba atención detenidamente, se podía percatar que la razón de todo aquello era el atuendo de las mujeres. La indumentaria diversa de las mujeres que adornaban otras grandes ciudades de Europa y llenándolas de viveza, estaba ausente en la capital de España.
|
etiquetas: españa , 1830 , moda , abanicos , mantillas