Más claro el agua. Joy Tomkins tiene 81 años de edad y está convencida de que no quiere morirse y volver a la vida. Es por esto que tomó la drástica decisión de tatuarse en el pecho "No resucitar", para que cuando muera los médicos vean el mensaje en el pecho y no hagan ningún intento por volverla a la vida. También se tatuó en la espalda las letras P.T.O. (please turn over, "por favor voltéeme"). La abuela es diabética pero asegura que no está gravemente enferma. "El tatuaje es inmediato, no hay excusas para decir que no conocían mi deseo".
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