Aunque hoy en día ‘chochona’ se ha convertido en un término erótico–despectivo, las muñecas regordetas con pelos de colores marcaron un antes y un despúes en la historia de las tómbolas ambulantes que recorrían todos los pueblos de España en época estival. Los feriantes que las regentaban atraían a su público con la mejor publicidad: “¡Y otra, y otra, y otra muñeca chochonaaa!”.
Comentarios
Yo quiero una muñeeeeca, la muuuuuñeca chochona,...
Y mira que eran feas... pero que ilusión hacía salir de la feria con una debajo del brazo.
El Perrito Piloto fue la Chochona Killer.
Que gran invento la chochona, que sería la humanidad sin ella...