Una barrera de tierra de dos metros de ancho y más de cuatro kilómetros de largo separa los territorios de Xemil-Bretoña, en el municipio de A Pastoriza, y Santa María Mayor, en el de Mondoñedo. Hace más de un siglo que los vecinos de uno y otro lado alientan desencuentros, litigios y enfrentamientos y, de momento, no se ha encontrado otra manera mejor que el muro de atajarlos, aunque también podría empeorar las cosas.Los comuneros de Xemil se sienten ahora más protegidos de las invasiones de las vacas, caballos y cabras que pastan en libertad
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