Hace 13 años | Por --147295-- a elmundo.es
Publicado hace 13 años por --147295-- a elmundo.es

Pocas cosas han cambiado en nuestro país, al menos en lo referente a la educación de los hijos. Porque, tal y como acaba de poner de manifiesto uno de los primeros trabajos sobre prevalencia del castigo físico dentro de nuestras fronteras, la mayoría de madres y padres sigue recurriendo a los azotes como método para 'enderezarlos' en la preadolescencia. Prueba de ello son los testimonios de un total de 1.070 universitarios de la Comunidad de Madrid, que forman parte del Estudio Internacional de Paternidad.

Comentarios

D

Una buena herramienta para prevenir canis y yenis.

D

#1 Unas chaparretas a tiempo son una victoria. Todas las que llevé, que bien me vinieron.

isilanes

El problema no son los azotes, sino cómo se usan. Usados como medio rápido, contundente y claro de educación ("toma leche por acercar los dedos al enchufe, aquí y ahora") son valiosos. Usados como técnica intimidatoria ("haz lo que te digo, porque si no te pego, así, en general"), como castigo inconexo con la infracción que lo causa ("Cuando venga papá te dará unos azotes"), o como sustituto barato de la argumentación por parte de un progenitor sin argumentos ("¡A papá no se le replica!"), es nefasto.

Pero vamos, que eso pasa con cualquier castigo, físico o no. El niño, para ser educado, debe ver la conexión entre infracción y castigo, y a ser posible comprender la razón de que estén conectados.

D

Y que dure.

D

Los niños necesitan control, supervisión y disciplina constante, estrategias que, según numerosos estudios, son más eficaces que el azote y la bofetada.

Pero es que el cachete no sustituye a la disciplina, si no que es, precisamente, una herramienta disciplinaria (a la que hay que recurrir lo menos posible, sí... pero lo es). Aqui estan mezclando churras con merinas.

Tanto o más importante me parece la parte en la que se estudiaban las agresiones psicológicas, sobre las que el artículo pasa de puntillas.