"Quien hace resistencia pasiva no atenta contra nadie, sino que se resiste. Cosas obvias del lenguaje. Molesta, sí, pero no acomete, ni emplea fuerza, ni intimida. Invita a usar el cortafríos, la coacción y el arrastre. Incluso hasta el empujón barriobajero, pero nunca la bola de goma. Aunque haya que desviar el tráfico. Y una pena de prisión de seis meses a un año es más que suficiente para dejar constancia de quién es el más fuerte."
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