Novak Djokovic mandó un mensaje a sus nueve millones de seguidores en Twitter el 1 de enero. “¡Feliz Año Nuevo!”, escribió el feliz tenista. “Deseándoles a todos salud, amor y alegría en cada momento y que sientan amor y respeto por todos los seres en este maravilloso planeta”. Agregó: “Me voy para Australia... ¡Vamos, 2022!”.
Y la de este tipo no conoce fronteras.
(O no las conocía )
Es que como con la religión, o con la ideología, o con los que rezan ante el altar de Donald Trump, tu dogma se convierte en una parte tan elemental de tu ser que no hay fuerza ni en la tierra ni en el cielo que la mueva. Estamos hablando del Everest que todos llevamos dentro, la vanidad. Reconocer que te has equivocado en algo tan intrínseco para tu idea de quién eres frente al mundo es demasiado duro, es una humillación que nuestros frágiles egos no soportan.
Comentarios
#3 modo lectura
#0 Muro de pago
#1 Pues a mí en modo lectura no me sale.
#2 Incluso en modo incognito y con VPN.
#1 nada que
https://addons.mozilla.org/es/firefox/addon/bypass-paywalls-clean-custom/
https://gitlab.com/magnolia1234/bypass-paywalls-chrome-clean
no arregle
#6 Es software libre, no?
#7 esta en gitlab, adivina
Y la de este tipo no conoce fronteras.
(O no las conocía )
Es que como con la religión, o con la ideología, o con los que rezan ante el altar de Donald Trump, tu dogma se convierte en una parte tan elemental de tu ser que no hay fuerza ni en la tierra ni en el cielo que la mueva. Estamos hablando del Everest que todos llevamos dentro, la vanidad. Reconocer que te has equivocado en algo tan intrínseco para tu idea de quién eres frente al mundo es demasiado duro, es una humillación que nuestros frágiles egos no soportan.