La situación en Oaxaca está llegando a límites alarmantes. Grandes violaciones a los derechos humanos y a la dignidad de los oaxaqueños ocurren por manos de un gobierno injusto que arremeté con toda su fuerza contra el pueblo. Es alarmante y es indignante la forma en que se conducen la política y los medios -lease televisión- mexicanos.
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